Sonríe, estas siendo vigilado. Estamos controlando lo que comes, lo que lees,
Te recetamos el placebo que te da esa felicidad aparente. Lo controlamos todo. Somos el nuevo orden. Somos MONTE y CULEBRA… No tenemos ejercito, no mucho menos balas, no usamos la fuerza física ni la violencia pero somos más letales que el cáncer negro, no te preocupes en indagar cual es nuestro rostro, pues tenemos tantos como etiquetas tienen los productos que compras en los supermercado. MONTE y CULEBRA está en todas partes, no tenemos afinidad política y mucho menos religiosa, no creemos en los gobiernos pero los gobernantes nos obedecen, aunque ellos nieguen nuestra existencia. No tienes escapatoria, estamos al acecho; no te molestes en correr porque estamos detrás de ti, estamos dentro de ti. Hemos experimentado con tu ser y hasta jugado con tu carne edulcorada. MONTE y CULEBRA está invadiendo tu vida, está en la universidad, en la ciudad, en los barrios, en la parada del autobús, y hasta en la poeta. Queremos vivir en tu cabeza al lado de la marca de barbitúricos que te receto el doctor. Justo al lado del veneno para ratas que prefieres. Lo único que queremos es apoderarnos de tu inconsciente o mejor de tu subconsciente. Monte y culebra es altamente nocivo. Es adictivo; es paranoico absurdo es la revolución inconclusa. Hace del arte un sabotaje o del sabotaje un arte. No importa, además le interesa muy poco saber qué piensas. MONTE y CULEBRA es el producto de la psicosis colectiva, está en todas partes sin estarlo. No secuestramos a nadie, solo nos apoderamos de tus iconos para volverlos más vulgares de lo que ya son. MONTE Y CULEBRA no es nada. Es una broma, un pretexto para llenar espacio con un imaginario tan absurdo como la realidad. Queremos que te fijes donde pones tus pies, queremos adornar los rincones con bellos motivos divergentes que te saque de quicio, que te molesten o simplemente para que te burles de nosotr@s. MONTE y CULEBRA es una cortina de humo, un espejismo, un paradigma de ti mismo. |